Cuando se construye una obra, sobre todo si es la primera vez, las personas realmente no tienen una noción clara de a lo que se van a enfrentar, por lo que es común que se encuentren con algunas sorpresas no muy agradables, o se dejen tentar por la emoción del nuevo proyecto para salirse del presupuesto establecido.

En este post trataremos de cubrir al menos algunos aspectos a contemplar para mantener un buen control del presupuesto de construcción:

Considerar las dificultades de terreno.

Muchas veces compramos un terreno sin tomar en cuenta si tiene las condiciones necesarias para construir. Por lo tanto, antes de adquirir el terreno es recomendable hacer un estudio de suelos, observar los desniveles y tomar en cuenta otros aspectos que podrían encarecer la obra o requerir cambios en el diseño.

Asegúrese que el presupuesto contempla el tipo y calidad de materiales que usted espera.

Cuando se hace un presupuesto de construcción, normalmente el presupuestista basa su presupuesto en materiales “estándar”, a menos que el dueño de la obra le indique específicamente el tipo de material que desea utilizar en cada caso. Por ejemplo, puede que su presupuesto contemple puertas de madera de plywood, mientras que usted se está imaginando que son de madera sólida. Al momento de comprar las puertas ¡surgirá la diferencia en expectativa de calidad y precio! Por esa razón es recomendable que el dueño de la obra comunique claramente la calidad y tipo de materiales que espera, y/o se garantice que el presupuesto es muy claro en cuanto al tipo y calidad de materiales que incluye.

Una cosa es la obra y otra los accesorios.

Aunque suene obvio, muchas veces cuando se piensa en el presupuesto de la obra se omiten las necesidades extra que surgen con la misma, pero que no necesariamente tienen que ver con la construcción en sí, y con esto nos referimos por ejemplo a las lámparas, grifería, incluso a los muebles de cocina y de baño. En este sentido hay que buscar un buen balance precio-calidad, pues no siempre lo que está de moda es lo más conveniente.

No emocionarse mucho con la idea de “ya que estamos en esto”.

Muchas veces, cuando se está en pleno proceso constructivo surgen nuevas ideas sobre cosas que nos gustaría agregar o cambiar en nuestra obra. Esto no es del todo malo, puesto que estamos a tiempo de hacerlo, pero no hay que perder de vista que cada cambio, agregado o extra en el diseño de la obra posiblemente la va a encarecer y nos sacará del presupuesto. Hay que valorar si el cambio en realidad es necesario y si le agrega valor a la obra en su funcionalidad.

Contratar profesionales confiables y expertos.

Dicen que lo barato sale caro, y esto es especialmente cierto cuando se trata de construir. Para llevar a cabo con seguridad y a buen término un proyecto constructivo conviene buscar a los profesionales (ingenieros, arquitectos y empresa constructora) que le ayudarán a gestionar en forma adecuada su obra, optimizando los espacios, racionalizando los recursos y administrando en forma adecuada todo el proceso. Consulte con los expertos de CPG Proyectos y con gusto le asesoramos en su proyecto de construcción.